Karl Marx Einhäupl viaja acompañado de varios diplomáticos alemanes y se desconoce si tiene instrucciones de trasladar a la líder de la oposición ucraniana fuera de la prisión.
La canciller alemana Angela Merkel había pedido ayer al Gobierno de Ucrania que permitiese a Yulia Timoshenko recibir "una atención médica apropiada" para sus dolencias y reiteró que puede llegar a Alemania para recibir cuidado médico. Según esta información, habría recibido permiso para hacerla examinar por los médicos que determinase el Gobierno de Berlín pero habría sido denegada la petición de traslado.
Tymoshenko, de 51 años, está en una huelga de hambre desde hace dos semanas en protesta contra supuestos maltratos en la prisión donde cumple una sentencia de siete años por cargos de abuso de poder cuando era primer ministra.
La ex dirigente ucraniana asegura que los guardias le han pegado y doblado los brazos y piernas al llevarla forzadamente al hospital y médicos alemanes que anteriormente pudieron verla han asegurado que necesita urgentemente tratamiento especializado.
Boicot a la Eurocopa
El Gobierno alemán considera "motivaciones políticas" en la condena que cumple Timoshenko y la canciller Merkel se plantea boicotear la Eurocopa 2012 de fútbol, que se jugará en Ucrania, en protesta por el trato que está recibiendo en prisión, pero los funcionarios ucranianos niegan cualquier acusación de parcialidad en el juicio.
La responsable europea de Deportes, Andrulla Vassiliu, ha anunciado que tampoco acudirá a ningún partido de la Eurocopa que tenga lugar en Ucrania en respuesta a la situación de la ex primera ministra.
"Como millones de aficionados, espero con ilusión la competición de la Eurocopa 2012. Sin embargo, dada la situación política en la que está Ucrania y en calidad de comisaria europea para el Deporte, no encuentro apropiado acudir a ninguno de los partidos que se celebren en dicho país", ha explicado.
Vassiliu se suma así a numerosos políticos europeos, como el propio presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, que ya habían comunicado su boicot al evento deportivo.
EL MUNDO, 4.05.2012